martes, 4 de marzo de 2008

Alí Primera, biografía, Por José Millet

Alí Primera: biografía ilustrada y testimonial
Por José Millet

El gran poder existe en la fuerza irresistible del amor
Simón Bolívar

Retrato hablado de Alí Primera
Nombre completo: Alí Rafael Primera Rosell
Fecha de nacimiento: 31-10-42
Signos zodiacales: Escorpio, puñal árabe, víbora, serpiente.
Color de los ojos: pardos
Color del cabello: negro
Estatura: 1,71
Peso: 70 kilos
Primer contacto con la música: en el vientre de mi madre
Su pensamiento: no sucumbir
Hoby: la amistad
Vicios: fumar
Estado civil: casado
Hijos: 6; 4 varones y 2 hembras
Recuerdo de infancia: el campo, una mata de semeruco que acaba de dar sus frutos
Producción discográfica: 12 elepés y 2 sencillos
Anécdota: en 1973 cuando me presenté en Coro, un niño de Falcón dijo que no pagaría Bs. 3 para ver una reina de carnaval cuando, en un templete, eso era gratis
Influencias musicales: todas folklóricas: la negra, la zuliana, la falconiana.
Comida preferida: las caraotas y el pescado
Flor preferida: el clavel
Animal favorito: el perro
Qué odia: la mentira
Qué amas: la ternura
Defínete en dos palabras: sensible y tenaz
Qué instrumentos tocas: guitarra, cuatro y percusión
Primera novia: Didina
Época del año: mayo
Tipo sanguíneo: grupo B, factor RH positivo
Autorretrato de Alí Primera.-
En la ficha personal elaborada en una entrevista que le realizaron algunos periodistas (Vergara Silvia; Ortega Isabel; Vega, Morella; Bueno, Cristina María; Rodríguez, Axel: Venezuela farándula. Caracas, 10 de noviembre, 1982, p.20-25) en Caracas en 1982 se reflejan algunos de los rasgos psicológicos más originales y definitivos de Alí Primera. En realidad estamos frente a un autorretrato de un hombre especial que, desde los primeros años de su infancia, tuvo que enfrentarse con los acontecimientos más difíciles o extremos de los que circundan la existencia del ser humano: la muerte y el hambre. Por la primera podemos explicar el sentido de lo que él define como “su pensamiento”, diríamos que cardinal: “no sucumbir”, que no debe ser interpretado, bajo riesgo de ser errático, como el esfuerzo por evadir el peligro o las eventualidades conducentes a la muerte. Se trata más bien de la construcción de la voluntad de emplear, racional y eficientemente, cada partícula de la energía vital de que está dotada la persona para que, en vez de debilitarse o extinguirse, se agrande y sirva para el fortalecimiento del “proyecto vida”.
El verbo sucumbir debe verse en este caso en la acepción de claudicación, sometimiento o darse por vencido: precisamente fue esta posición lo que Alí negó con su accionar constante y su firme decisión de salir airoso siempre frente a las eventualidades más arriesgadas o a las circunstancias más peligrosas.
No excluyo con esto el que haya estado presente en la mente de Alí el esfuerzo por no morir, porque esta actitud en definitiva prevalece en los seres vivos: lo que se define como la ley de la preservación de las especies o instinto primario. Más bien la vida de Alí debe ser interpretada como lo opuesto a ese instinto: el juego con el imprevisto y el enfrentamiento al imposible, el reto de seguir adelante venciendo las dificultades que se enfrentasen en el camino. Eso se aviene muy bien con su autodefinición como un ser tenaz, es decir, como alguien preparado para resistir, que se mantiene firme ante todo, que es consciente de que sólo con la constancia y la perseverancia se logra lo que se aspira o planea. Es como si retumbaran en sus oídos la petición hecha por bolívar en su proyecto de creación de la patria: constancia y más constancia.
Sí, no es una metáfora haber estado en contacto con la música antes de nacer, escuchar los acordes salidos del vientre sonoro de su madre Carmen Adela, la abuela “lluviosa”, la “isicagua”, la “analfabeta ilustrada”, la olorosa a café del cántaro rejón”, como la definiera el poeta Asiclo, hermano mayor de Alí. Su definitiva sensibilidad le permitió desde allí percibir su vocación definitiva: la ser precisamente artista, autor e intérprete del arte entre las artes, como se define la música.
Cuánta grandeza en un hombre sencillo y de la tierra herida! De la que se levantan árboles florecidos alrededor de los cuales revoletean inquietos pájaros que pondrán en su garganta el canto necesario que aportará la música y el agua que hará brotar las espigas del sustento.
Deberemos imbuirnos en los contenidos del pensamiento más profundo de Alí Primera para extraer de él las claves con que formuló una especial filosofía de la vida por la que orientó cada uno de sus actos. Más que explicárnoslos por la descripción y el estudio del contexto social en que el genial artista e intelectual venezolano nació y se desenvolvió, deberemos hacerlo en primer lugar aproximándonos a su biografía, a menudo ceñida por actos trágicos y no exenta de un permanente dramatismo. De ella irán brotando los lazos con que se conecta la existencia del individuo con el conjunto de condiciones de diversa índole que lo rodean y moldean los rasgos de su personalidad y carácter. En esas circunstancian sin duda entra la familia sanguínea, en la que en los primeros años del niño se forjan, en lo físico, las líneas fundamentales de la orientación de su cuerpo y, en lo moral y la ética, sus valores fundamentales.
Si alguien como Alí que había caminado medio mundo y experimentado lo inimaginable en su meteórica carrera de apenas cuatro décadas, declara con extrema sencillez poco antes de morir:

yo soy campesino en mi formación, en la vivencia principal del hombre, su música de pájaros, de vientos del norte y del sur, del este, en los árboles de la Paraguaná xerófila, de la Paraguaná seca, pero al mismo tiempo de la Paraguaná entrañable, musical, solidaria, cantos de los campesinos en la siembra, cantos de la cruz de mayo, salves, merengues, valses, con viejos clarinetes y violines, cuatro con cuerdas de tripa de chivo, de allí surge el canto, de allí nace el canto que me llenó el espíritu y el alma.

Esa persona está revelando clara y firmemente que su sistema de valías fundamentales lo adquirió o cristalizó en un medio rural y en apego esencial a la gente humilde que hiere la tierra para sembrar en ella las plantas que le servirán de sustento. Alguien que debió haber sido citadino por nacimiento, por cuanto nació y vivió sus primeros dos años precisamente en la Coro emblemática en tantos sentidos, se declara paraguanero, y define esta porción del actual Estado Falcón por aquella en que predominan los contrastes físicos—de terrenos de mucha aridez--- y emocionales: está henchida a su vez de una riqueza artística—la música es el arte entre las artes—y humana: solidaria.
Alí se desarrolló en un medio muy hostil desde el punto de la situación del hombre en la sociedad, erizado de espinas parecidas a las de las tunas del medio físico en que la casa solariega de sus consanguíneos estaba ubicada en la semidesértica Paraguaná. La suya, era una familia situada en el polo extremo y excluyente del de los dueños o poseedores de riquezas materiales. En efecto, dio sus primeros pasos en el seno de una familia numerosa y humilde, carente de propiedades, pero con una excepcional sensibilidad humana y sentimientos muy afines con los de los cristianos primitivos, a aquéllos se unía un singular aliento artístico: muchos de sus miembros fueron, o son, cantores o compositores. Sin duda que aquel fue el inicial abrevadero del que se iría nutriendo el niño que no salía del asombro ante aquella naturaleza contrastante y agreste.
Las circunstancias adversas, sin embargo, hicieron que sus miembros desarrollasen cualidades humanas que se convertirían a la larga en finas armas para el combate por la subsistencia. Una de las más importantes consiste en el respeto a sus semejantes y a la naturaleza enseñado por los miembros mayores de la familia, que eran no sólo aceptados sino transmitidos por cada cual a los demás e incluso a cuanta gente se relacionasen con ellos. De ahí que en su canción “Madre, déjame luchar” le recordase que ella “le enseñó a no matar las mariposas que en tu jardín cultivaba”.
La canción de Alí ha sido calificada por su hermano “Monche” como un gran mensaje de amor y los autores Héctor Hidalgo y Heberto León que lo entrevistaron en el mes de enero de 1985, aportan como apoyo la confesión que les hiciera entonces el propio Alí en el Barrio La Vela a propósito de su “Canción del Lunerito”, esta última palabra él la interpreta como “el hijo de la luna y el lucero” y explica cómo la creó a partir de su tierna relación con sus pequeños hijos:
“Una vez tratando de dormirlos les canté muchas canciones y habiendo agotado un repertorio bastante largo les dije una frase : el amor iguí, el amor iguá, palabras que no existen en el idioma castellano pero que tienen un sonido muy bonito , recurrí a una imagen y me salió otra palabra : el lunerito.
“Hablo de la importancia que tiene para el crecimiento del niño estar rodeado de amor, planteó una especie de trabalenguas:

Niño a quien dan cariño
sentirá amor por los niños
cuando la vida le crezca
Es un círculo vital
es la rueda de los vientos
es el más hermoso cuento
que yo les pueda contar .

Enfoco la necesidad que tenemos los seres humanos de andar entre los hombres , de recibir nuestro calor , y lo digo porque hay mucha gente que anda como evadiendo el compromiso que tienen con sus semejantes ,y digo eso precisamente cuando el lunerito está solo :

Pero sucede que un día
le dijo su amigo el viento
móntate en un volantín
y desciende hasta los hombres
que arriba hay mucho silencio.

En este canto para los niños trato de afincar la posibilidad de llegar a los adultos para que desciendan un poco hacia nosotros mismos…” (Herido de vida, p.32/33.)

La familia del matrimonio Primera-Rossell
Miguel Ángel Paz (1) ha aportado datos de gran valor para el acercamiento a la biografía de nuestro Alí Primera, en particular en lo relacionado con su familia, integrada por gente de origen muy humilde, dedicada a labores del campo. Como a casi todo el pueblo venezolano, a sus miembros les rodeaba una circunstancia asaz adversa en que prevalecía una economía caracterizada por los contrastes violentos de la opulencia y el control de los medios fundamentales de producción en pocas manos, mientras que los grupos sociales mayoritariamente pobres carecían de las condiciones mínimas de existencia.
La pareja integrada por Carmen Adela Rossell e Isidro Antonio Primera se habían casado en la iglesia de Pueblo Nuevo de Paraguaná; el novio era agricultor e integrante de una familia con tradición artística; él tocaba el cuatro y era cantante, por lo que no es difícil imaginar que la fiesta que siguió a aquel acto litúrgico se extendiera por varios días.



De esa unión nacieron nueve (9) muchachos, a quienes la Negra Primera divide en los “mayores”, que en orden consecutivo según fecha de nacimiento, fueron Asiclo, Ada, Alfonso, Ramón, que es médico, luego Carmen Juanita, una hermanita que murió, y los “menores”, que son la propia Carmen“La Negra”Antonia, Edgardo, “Yiyo”, que es Alí, y Héctor.
Según Miguel Ángel Paz, la familia Primera-Rossell se trasladó de San José de Cocodite, Península de Paraguaná, a Coro huyéndole a las deplorables condiciones materiales que atenazaban al paraguanero y al hambre que “frecuentemente azotaba la Península.” Parece que otros factores contribuyeron a la colocación de Antonio Isidro en el Internado Penitenciario conocido hasta el día de hoy como la Cárcel de Coro, situada en la calle Colón con Palma Sola, donde se desempeñó como policía. Lo acompañaron en su entrada al cuerpo policial Tito Primera, Pedro Castellanos; Jesús Molina y Jesús Rosell, quienes alcanzaron el grado de oficiales junto con él. Antonio Primera era de trato afable y muy humano.






Nacimiento:
El 31 de octubre de 1942 nació el séptimo hijo de la familia Primera Rossell. El nacimiento se produjo en el viejo hospital de maternidad “Oscar Chapman”, hoy sede de las dependencias administrativas de la Secretaría de Educación, en Coro, la ciudad de las casas de barro, de calles adoquinadas y de edificios también de gran valor arquitectónico, méritos que la hicieron merecedora del galardón mundial de ser declarada Patrimonio de la Humanidad, junto a su famoso Puerto Real de La Vela, por donde desembarcó el Generalísimo Francisco de Miranda. De modo que Alí es un hijo de esta ciudad donde Miranda efectuó la famosa proclama e izó el pabellón nacional hace dos siglos.

Secretaría de Educación, antigua maternidad Oscar Chapman. Donde nació Alí.

Secretaría de Educación (parte interior), antigua maternidad Oscar Chapman. Donde nació Alí.


Seguimos la pista de esos primeros años de la vida de Alí, en los que se concentran esencias que no pueden ser sino tomadas muy en cuenta para entender el sentido que le imprimirá a su vida y que se reflejará en su obra poética y especial estilo tanto como ser humano como artista. Su prima María Magdalena González Rossell vive en la calle El Cementerio, barrio San Nicolás, entre las calle La Paz y Palmasola; dice tener 63 años de edad y haber nacido el 29 de mayo de 1942, ser contemporánea de Alí y llevarle, pues, escasos de meses de diferencia. No se trata de una prima más suya, sino parte muy cercana a su familia en tanto se considera hermana de los hermanos del poeta. De hecho nos aporta el importante dato que sus padres, Jesús Rossell y María Antonia González de Rossell, vinieron juntos con la familia Primera Rossell desde San José de Cocodite, donde habían contraído nupcias.

María Magdalena González Russell, Prima de Alí Primera.

Casa de María Magdalena. Calle el Cementerio entre calles la Paz y Palmasola.

En su actual vivienda coriana hay varios de los primeros fonogramas de larga duración, acetatos originales autografiados por Alí; todas las dedicatorias nombran a su tía “Matoña”, a quien evidentemente su sobrino profesaba un gran afecto. La hija de ésta confiesa que cuando Alí venía a la “ciudad de los vientos” siempre llegaba a casa de su madre, ubicada en la calle Palmasola número 38. Por ella supimos que su padre Jesús era hermano de Carmen Adela, a quien familiarmente la apodaban Tía Yeya. Su padre murió en el año 1952 y cuando visitaban su tumba, Matoña le decía que la de Isidro Antonio estaba cerca de ésta, por lo que este dato nos fue útil para determinar el sitio exacto donde está enterrado en el cementerio Municipal de Coro.

Al centro María Antonia González de Rossell (Matoña) tía de Alí Primera.
Inicialmente Magdalena nos afirmó que Alí “nació” en la casa con número 35 de la calle La Paz contigua y no en la que casa en cuyo exterior se muestra la placa con la inscripción que indica que en aquel hogar dio sus primeros pasos, porque la primera estaba en el mal estado constructivo. Además que de allí se mudaron para otra de bahareque que estaba situada en diagonal a la calle Palmasola número 53, donde ellos vivían para entonces. En una casa que tiene una rejita blanca y desde donde se mudaron para San José…Pero rectificó esas afirmaciones cuando ofrecimos el testimonio de la señora Paula Ramona Sánchez, de 84 años de edad, quien vive en esa misma calle de toda la vida, en la casa con el número 24, casi en frente a la antes indicada que posee la mencionada placa. Paula considera haber sido una buena amiga de Carmen Adela a quien visitaba con frecuencia en razón de que tenía dos hijos. En la casa contigua a la de la placa vive una hija suya.

Casa calle La Paz Nº 33, donde dio sus primeros pasos Alí Primera.

Casa número 35 calle la Paz, la cual se refiere María Magdalena en donde vivió Alí Primera.
Por ese sitio vivían otros miembros de la familia Rossell, como Custodia y Jesús Rossell, que murió en un accidente a poco de empezar a trabajar la compañía petrolera, donde trabajaba. También William, conocido como “El Abuelo” quien nos introdujo la duda acerca del lugar exacto en que vivieron los esposos Primera y Rossell.
Paula recuerda al mayor de los hijos de la pareja Primera Rossell: Asisclo, a quien describe para entonces con una altura de un metro aproximadamente y que estudiaba en el grupo, es decir, en la escuela “Juan Crisóstomo Falcón”. “Carmen Adela le planchaba sus batas almidonadas y blanquitas a Asiclo para que fuera para el colegio temprano”. Asiclo se parecía mucho a su padre: alto, narizón, simpático, trigueño.

Asíclo Primera, hermano mayor de Alí.

En la humilde vivienda de bahareque habitada por su familia en la calle Palmasola número 53, fue donde realmente el niño Alí dio sus primeros pasos en la vida. En este momento existe otra casa de vivienda, construida luego de que aquélla fuese derruida.

Casa calle Palmasola número 33, en donde existía una casa de bahareque a la cual se mudaron los Primera antes de Trasladarse a Paraguaná

Paula Sánchez, de 84 años de edad y excelente amiga del matrimonio, nos atestigua que pronto la familia se mudaría para la calle La Paz, situada detrás de la Cárcel de Coro, en cuya fachada exterior fue colocada una lápida con la siguiente inscripción: “En esta casa vibraron los primeros cantos del niño nacido en la maternidad Oscar Chapman el 31 de octubre de 1941 y quien con el nombre de Alí Primera se erigió en patrimonio de los humildes en toda Latinoamérica.”

Chapa colocada en el exterior de la casa de la calle La Paz Nº 33, donde dio sus primeros pasos el niño Alí.

Aquí aparece un asunto que me ha suscitado duda: el de la fecha de nacimiento del poeta antes apuntada, la que incluso él ratifica de puño y letra en el documento que rellenó en Cuba y que incluimos en el presente libro. Para el poeta, periodista y pintor Héctor Hidalgo Quero, sin embargo, el año de su nacimiento es, sin lugar a dudas y rotundamente, 1942.
El propio autor de “Techos de cartón” nos ha proporcionado el testimonio de su propio nacimiento: “Yo nací en Coro, en la ciudad mariana que llaman, mis padres venían huyendo de la sequía de Paraguaná, con un cuadro de hijos, como decía mi madre, “venían con seis” y nacimos Héctor y yo en Coro, fuimos los únicos que nacimos en una maternidad, los demás nacieron asistidos por Mama Pancha, mi abuela. Cuando yo tenía tres años mi padre murió siendo policía, de esos especiales, que hacía que esos presos hicieran juguetes para sus hijos, y para algunos presos amigos hacía mi madre una vez a la semana un almuerzo. Mi padre según me cuentan, murió en un tiroteo, dentro de la cárcel, él salió a un pasillo al escuchar los tiros y recibió un balazo.”(Suplemento de El Falconiano, mayo, 1985.)

La muerte del padre de Alí.-
Siempre me ha llamado la atención el que rara vez Coro aparezca en el canto de Alí y creo que ninguna canción le fue dedicada a esta ciudad que lo vio nacer, dar los primeros pasos y crecer rodeado del afecto de su madre y del resto de sus hermanos. Pienso que la vida del juglar estuvo signada siempre por la tragedia, lo perseguía la muerte y este destino reforzaba precisamente su amor por la vida y eran las cosas trascendentes las que le imprimían mayor dinamismo a su vida y a sus creaciones artísticas. La muerte de su padre, ocurrida en la madrugada del 4 de agosto de 1944, parece haber sellado un ciclo importante en su meteórica existencia. Huella profunda dejó en ella, como una herida que no cierra y nunca se querrá recordar, pero que marcará, marcará definitivamente en el ser humano porque se instala justamente en la zona más sensible del alma y en el inconsciente.
La señora Paula Sánchez recuerda que al padre de Alí lo mató un loco, Pedro Agüero, en la madrugada del año 44.También mató a otros policías, entre los cuales estaba Jesús Díaz, que era familia de un primo suyo. Fue una muerte instantánea y al padre de Alí se lo llevaron para Punto Fijo, según ella, luego de velarlo brevemente en la casa donde vivía Carmen Adela con sus hijos. Por tanto, deduce que no fue enterrado en Coro. A su esposa le dieron la noticia en la madrugada de ese día. El suceso trágico ocurrió en el local de la policía, ubicada entonces enfrente a la Plaza Bolívar, es decir, en lo que hoy es la sede del Ateneo de Coro.
Antonio Isidoro Primera, padre de Alí. Placa de la tumba con la fecha de su muerte.

Tumba del padre de Alí, en el cementerio Municipal de Coro

Miguel Ángel Paz habla del detenido Pedro Agüero como la persona traslada aquella nefasta noche del Internado Judicial de Coro al retén policial, donde le querían dar un tratamiento menos exigente, pero logró despojar de su arma reglamentaria al agente Arcadio Morales, chofer de la única radio-patrulla que existía entonces, y mató al comandante del cuerpo, Coronel Pedro Díaz, al agente Jesús Colina y al oficial Pedro Castellano, quienes murieron instantáneamente; este último había viabilizado el tratamiento diferenciado del preso, que terminó por dispararle también a Isidoro Antonio Primera, fallecido días después en el viejo hospital Antonio Smith.

Lugar donde funcionaba el antiguo hospital Antonio Smith adonde fue trasladado el padre de Alí el día de la tragedia.

En la sección “En el sillón de los arrinconados” fue sentado Alí, quien ofreció su testimonio acerca de la pregunta“¿quien mató a tu padre, fue por política, por venganza o qué?” en los siguientes términos: “No, fíjate, mi padre era policía y en Coro había un señor que tenía la ciudad por cárcel, él salía y entraba de la cárcel, un día que estaban jugando dominó en la cárcel, este preso que tenía un pique con el jefe de la policía, tomó de la habitación de uno de los policías su arma. Entonces le disparó al jefe y lo mató, también a otros policías; los que estaban jugando dominó salieron corriendo pero como el preso con el arma en la mano también estaba asustado siguió disparando y un tiro le dio a mi papá en el costado. A los ocho días mi papá murió y el preso estuvo llorando por mi papá porque aun siendo policía era muy querido por sus compañeros y los presos; además ese preso comía la comida que mi mamá le mandaba con mi papá. Aun existiendo la venganza en Falcón, no pasó nada, todo lo contrario nosotros hablamos con los hijos del preso y dijimos que no tuvieran cuidado y este señor nos ayudaba cada vez que podía, nos daba cuadernos para la escuela, estos eran serranos de la familia Agüero y sucede que uno de mis grandes aliados de la música es Alí Agüero, también mi padre se puede decir que murió por accidente, pero bueno…”
Según Carmen Adela, Alí construía sus propias guitarras y su primer instrumento fue un violín, que nunca le gustó. También manifiesta que vendía cajas de agua, cestas de pan y fue limpiabotas. A sus 84 años de edad, la madre recordaba con cariño la canción que le compuso: “madre, déjame luchar” que ella interpreta como un canto a la esperanza porque, le decía su hijo, “no sólo de la vida vive el hombre”.

Nueva estación silvestre: San José de Cocodite.-
Carmen Adela decidió trasladarse con sus hijos a la humilde, pero amplia casa de bahareque bautizada con el nombre de Verapaz perteneciente a su madre Rosario Rossell “Mama Chayo”, ubicada en un sector de San José de Cocodite denominado El Barbasco. Se iniciaba así un camino duro en la vida de la joven viuda, obligada a “restearse” ante aquellas difíciles circunstancias. La pensión de cien bolívares que le pasaba el gobierno regional encabezado por el General León Jurado por el fallecido marido, en ocasiones se retrasaba varios meses, por lo que el hambre rondaba en el hogar y si lograron sobrevivir fue en gran medida debido al apoyo del compadre Dimas, dueño de la bodega “Caradacagua.”

Restos de la casa donde vivió Alí en el sitio de Verapaz, en Paraguaná.
Ha sido el poeta, pintor y periodista Héctor Hidalgo Quero (Alí Primera: herido de vida. Entrevistas con H:H.Q. IUTAG, Coro, Estado Falcón, 1998. (Parafraseo) quien ha sabido apresar los bloques esenciales que jalonarán el proceso de formación básica del niño, sensible y arisco, en el que circularon los nutrientes que luego darían el Árbol Alí que todos conocemos. En aquellos primeros años se incorporaron importantes vivencias al niño y adolescente Alí en su contacto con aquel paisaje transido de soledad y dramática aridez. El también docente, amigo entrañable de Alí, Héctor Hidalgo descubre que “el campo paraguanero fue el mejor maestro” que tuvo quien luego se convertiría en el mejor y más exaltado intérprete de los sentimientos y anhelos de su pueblo. La naturaleza, por sabia y compañera, lo conduciría a adquirir el respeto a todo ser animado y aun inorgánico que luego se expresaría en su canción en contra del ecocidio practicado por gobernantes corruptos y sus aliados plutócratas.
Aquel paisaje haría que “su música” se convirtiese en “un cantar de pájaros entre monte y corazón.” Aprendería el valor de la lluvia “anunciadora de puntos amarillos de alegría y vida” y propiciadora del humus de la tierra donde manos familiares sembrarían maíz y tapiramas, que el muchacho aprendería también a apreciar a pesar de estar sembrados en “el pedazo de tierra prestado”. La siembra, ese acto elemental productivo, se alojaría en el pozo asombrado de su alma como esperanzadora manera de paliar el hambre que rondaba en el hogar, más cuando en el ambiente árido y reverberante de sol era escrutado por esa enemiga: la sequía. El significado del agua se subrayaba cada vez que tenía que recorrer leguas bajo el sol inclemente para ir al encuentro de los pozos de donde regresaría con los baldes repletos del preciado líquido como también loooooo haría.
Charo Pelayo Ollarves nos ha ofrecido un testimonio muy vivo de aquellas dramáticas circunstancias que rondaban los primeros pasos de Alí:
“Cuando el hambre le revoleteaba en el estómago, la joven viuda preparaba los borriquitos de la casa Tatico y Guarapo y se enfilaba con sus hijos a Caradacagua a buscar el ansiado bastimento. Andaba hasta ocho kilómetros por caminos espinosos y empedrados. Llegaban sudorosos, fueteados de viento y polvo; más allá en el rincón del tinglado, se lamentaba el aguaducto, ya le habían rasgado el fondo.
En los lomos de los nobles borricos acomodaban las provisiones y emprendían el regreso. Alí, el más inquieto, se retrasaba exigiendo la tan desaparecida “ñapa” a pesar del “fiao”. Alí alcanzaba rápidamente a los fatigados viajeros. Iba feliz, contento, saltando tunas, apedreando datos, chorreándose cemerucos.

Bodega de Caradacagua adonde iba Carmen Adela con sus hijos, en busca de provisiones.
Siempre llevaba un sombrero, ajustado con un cordoncito amarrado al cuello. Era pecoso, ágil, como una perdiz, quizás por eso se hizo tan amigo del colibrí, quien le enseñó muy tempranamente a mover sus alas, a volar muy alto, al estilo de Juan Salvador Gaviota.
Carmen Adela dedicó gran parte de su tiempo a su amiga, la monotonía. Sólo fue capaz de variar su vida la ausente lluvia al llegar inesperadamente. De pronto resolvió mudarse con sus hijos a La Vela de Paraguaná, hoy Barrio Alí Primera.
El hijo mayor optó por la única puerta de escapatoria de que podía disponer: se fue al cuartel.
La madre a sus otros hijos pudo enviarlos a la escuela haciendo dulces y empanadas. Alí, Monche y Alfonso se las vendían en el aeropuerto de Las Piedras. La cartera, una lata de salmón vacía, se hacía más sonora, cuando los muchachos lavaban carros, limpiaban zapatos, y sobre todo cuando Alí y Monche montaban exhibiciones de boxeo. Los gringos de la Creole gratificaban—con mediecitos—al pícaro limpiabotas, sonriendo al leer en la caja de madera, unas garabateadas letras: “hoy no fío, mañana sí”.
Dando lustre y acompañándose con el trapear de sus brazos, fue acoplando Alí los gorjeos de sus primeras tonadas, inspirándose para un mañana. “En mi tierra, la luna es tan bella que los gallos despiertan para cantarle a ella”, dejaría en el verso de una sus memorables canciones, motivado por la gracia del canturrear de esa ave bravía y de pelea espolada.
Según esta escritora, Alí llamaba a su hermano Asisclo “Mi tono mayor” y fue este otro hermano del contutor quien la llevó a conocer a Carmen Adela, con quien sostuvo una larga conversación, interrumpida por el ladrido del perro de Alí, bautizado por él como “Jodío”y la bulla incesante de los loritos, también llamados por Alí “Los Congresantes.”(Diario La Mañana, 16.02.1995, p.28.)
De ese tiempo de estreno e incursión en el terreno del arte musical, da cuenta el propio autor de “Canción mansa para un pueblo bravo” en términos del romanticismo que invadía a quien se irguiera con designio de agarrar la guitarra y lanzar al aire su voz, a manera del espontáneo toreador que se echa al ruedo con valentía, desprovisto de traje y de brillos alucinantes. Más valía la audacia del joven que la calidad aspirada por un preciosista. Así lo ha dejado claramente establecido el propio Alí en la siguiente declaración que debe ser tomado como el testimonio más fiel de aquel período iniciático de su existencia:
“Fui serenatero antes de tener otra intención con la canción, di muchas /serenatas/ en la universidad, cuando vivíamos en la residencia universitaria, en esa época hermosa de la universidad y una vez, cuando allanan la universidad en el 67, voy a dar con mis huesos a los sótanos de la Digepol y allí fijándome por una ventana vi a un niño corriendo y dije: por ellos estamos y, escribí una canción que se llamó Humanidad que la estrené en el Aula Magna, un diciembre me acuerdo. Y fue cantada por mucha gente y por Quique Larralde, que una vez la cantó uniformada de soldado y descalza en una calle de Caracas. Desde ahí me di cuenta del significado de este canto.
“Mi canción tiene una influencia principal, la vivencia de mi pueblo. Después, por supuesto, he conocido las hermosas canciones del Sur de América Latina, Centro América, Cuba, que son muy hermosas, son también flores del mismo árbol latinoamericano del cual nosotros formamos parte, pero mi canción es esencialmente venezolana, aunque se llame al mismo tiempo latinoamericana.

Alí y el Zulia (1970):
El autor de “Tía Juana” y “Coquivacoa” tuvo una especial inclinación por los problemas de la Costa Oriental del Lago Maracaibo, con los ideales de cuyas comunidades petroleras se sintió profundamente identificado y comprometido. Se comprende que haya sido uno de los principales promotores y organizador del Primer Congreso Cultural de Cabimas en cuyo estadio municipal hizo presentaciones personales en respaldo a las creaciones universitarias de esa localidad y respaldó la creación de una biblioteca municipal para Tía Juana.

La muerte lo sorprende en el intento de organizar varios temas gaiteros para grabarlos con el conjunto Gran Coquivacoa de Cabimas, lo cual demuestra su gran interés por el folklore regional además de su voluntad por estudiar y fortalecer las expresiones espirituales de las comunidades de base. Cuando actuaba tenía el cuidado de invitar para que les acompañaran en los sitios donde hacía sus interpretaciones a vecinos de los barrios, a gente humilde y jóvenes estudiantes, con quienes simpatizaba intensamente. Es acertada la afirmación de Mercedes Sosa de que “su canto se nutre del pueblo” y, en efecto, estaba atento a las expresiones de la cultura tradicional del pueblo venezolano, a cuyos exponentes más representativos les permitía compartir el escenario. Nada surgido de las entrañas del pueblo o que le afectara le era ajeno, al punto de irse dando cuenta de que este interés debía trascender las fronteras del país natal para llegar a las de otros países, en particular las que integran la comunidad latinoamericana.

Alí junto al también compositor y cantante falconiano Orángel Lugo, en el estado Zulia. (1984)

Foto de Ali con su madre y hermanos, después de la muerte de su padre
Alí tenía tres años cuando muere su padre, quien era un hombre sensible: “uno de esos policías que animaban a los presos para que le hicieran juguetes de madera a sus hijos”.

La viuda Carmen Adela Rossell con sus hijos; de izquierda a derecha, Asisclo, Ada, Carmen Adela con Héctor en brazos, Alí, Toña, Monche y Alfonso. (1944).

Ali en San José de Cocodite, Paraguaná.
Tienen que regresar a Paraguaná, donde viven en San José de Cocodite. Lugar de alto simbolismo asociado al horcón mayor: la abuela materna Rosario, “Mama Chayo”, fallecida en 1973 a los ciento seis años. Allí la familia se unifica ante las difíciles condiciones que la rodea y que hace necesaria que cada uno de sus miembros asuma alguna responsabilidad, comparta la carga. La solidaridad es hija de la pobreza.

Mamá Chayo, abuela materna de Alí .



Ali Paraguaná ,con paisaje semidesértico y vegetación semiárida (cují...)/
Familia de madera dura, cortada de un tronco donde se habían distinguido personas vinculadas a las guerras por la independencia de Venezuela.

Alí y familiares vestidos con uniformes de la guerra por la independencia
Familia de gente fuerte de carácter y espíritu forjado en la lucha con una tierra árida encima de la cual levantaban sus gajos espinosos, desafiantes al viento, las plantas donde anidaban pajarillos alegres y cantores.

Alí... cují con turpiales...
La madre accede a que el pequeño Alí se vaya a vivir con un pariente a El Milagro, cercano a los Taques. Alí entra en contacto vivificante con el desierto paraguanero, con su vegetación serófila de tunas, espinosa urupagua, el jobo, el didive y donde el turpial, el cardenal, los gonzalitos, los chuchuvies, chirritos, torcazas y guachas construían sus nidos y ensueños.




Alí… chivos y desierto!
La naturaleza curte la piel y el carácter del niño, que aprendió a arrear los chivos y a cortar y a cargar la leña necesaria para el fogón, mientras su vista se extasiaba en el paisaje, con horizontes infinitos y el mar como telón de fondo. Su espiga es de campesino y con los hombres de campo aprendió mucho de la vida.

Ali y Mama Pancha.-
La madre vuelve a casarse y los hijos suman ahora diez, la mitad nacidos con la asistencia de la abuela paterna Mama Pancha, “partera y rezadora”, a quien le dedicará el cantor Alí Primera una de sus mas tiernas canciones. Ella es la encargada de darle acabado al temperamento sensible de Alí, de terminar de forjar su espiritualidad y de sembrar valores, como el arraigo al terruño, al habla y a la sabiduría de la gente sencilla del pueblo (“La Mama Pancha había dicho que era varón, y fue varón Juan Simón”).Aquellos principios sembrados en el niño Alí, lo acompañarán siempre.
Mamá Pancha, abuela paterna de Alí.

Alí …en un burrito...
Aventuras en que se mezclan la escasez, el contacto con el terruño familiar, animales y árboles que se mecen en el pecho del adolescente. El pasaje de Ali junto a sus hermanos en el lomo del burrito “Tatico” o del pollino “Guarapao” rumbo a Caradacagua, a que don Benjamín Sierralta, el dueño de la tiendita en que hacían las compras o pedían el “fiao”. El revoletear de los pájaros, el olor a tierra húmeda y el viento juguetón que estremece las plantas se convierten en paseo que ayudan a acomodar en la mente imágenes que luego serán plasmadas en las canciones del juglar falconiano.

Ali…y el mar… pescadores
Paraguaná es la geografía donde los pies descalzos del niño Alí van hundiéndose para dejar la huella de su paso por la tierra: San José, Caja de Agua, El Pizarral y de repente Las Piedras, con sus pescadores que le enseñan el lenguaje del mar y del trabajo fatigoso del oficio de la pesca.

Alí … betunero, lustrador de zapatos...con su cajón “Hoy no fío, mañana sí”
Nuevamente las urgencias que impone una familia pobre le obligan al ejercicio de ocupaciones como las de lustrar zapatos, cargar agua, vender dulces, lavar carros. En la conciencia de un niño hecho para el juego y el estudio, no para el trabajo, esto dejará una huella en el alma que luego se reflejará en el canto.

Cajón con el cual Alí se ganaba la vida lustrando zapatos.

Alí…¿ boxeador?
El futuro artista tiene que vérselas con otro menester que será como el símbolo de su vocación de luchador:el boxear en un ensogado dirigido por un boxeador profesional apodado Kid Cataluña.

Alí y su hermano Héctor, practicando boxeo en la playa. Paraguaná.


Alí … primeros años de estudiante.-
La situación familiar le impide comenzar el aprendizaje siguiendo el camino de un estudiante normal: aprende a leer con la monja que era su madrina de confirmación y escucha lecciones desde la puerta en una escuela de adultos con un señor funcionario de la Aduana de Las Piedras, quien impartía clases nocturnas a los pescadores. Cuando logra entrar en la escuela primaria, se gana el derecho de estar en el cuarto grado por lo mucho que sabia gracias a su tesón e inteligencia.

Alí en Caja de Agua

Concluye sus estudios en Caja de Agua en la escuela Diego Ibarra y hasta llegar a la Universidad se destacará por su aplicación y alto rendimiento, honrando la educación recibida de parte de su familia y sobreponiéndose a las difíciles condiciones en que ella se desarrollaba en aquel tiempo de pena y pobreza generalizada.

Alí en Caracas...el Ché...
1960. Para continuar los estudios secundarios, Alí llega a Caracas donde se respira la mezcla la atmósfera de los cambios que recorren a América Latina. Tiempo de guerrilla y de rebeldías estudiantiles.

El Ché Guevara.

Alí… los Beatles
También baten aires de diversos tipos de música; junto a la tradicional, se escuchan el rock and roll, los Beatles, Bob Dylan, la llamada “canción protesta” o de crítica social que viene de Cuba y se extiende a otros países.

Alí, su graduación de bachiller
1963. Alí termina por graduarse de bachiller en ciencias en el Liceo Caracas.

Alí con la guitarra en la UCV


Alí, romántico y serenatero, en el patio de la Universidad Central de Venezuela



Alí: ingreso a la Universidad Central de Venezuela, donde comienza a estudiar Química .

Al año siguiente (1964), Alí ingresa en el área de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela para estudiar Química. Entonces tocaba con su guitarra, cantaba canciones románticas y concebía la música como entretenimiento, algo para “dar serenatas”, para parrandear y alegrarse entre sus compañeros de estudios.

Alí en los Jardines de la U.C.V, tocando junto a su amigos (1964).

Ali, la policía allanando la universidad o prendiendo al cantor...
La policía allanaba el recinto universitario cada vez que se lo ordenaban y, justamente en 1967, en el año del asesinato del Che en Bolivia, Alí es apresado junto a varios de sus compañeros y va a dar a las mazmorras de la DIGEPOL, donde sufre torturas y vejámenes hasta que lo liberan treinta y siete días después.

Alí …bautizo con fuego carcelario y… cuatro.
El bautizo en la cárcel lo fortalece en sus valores y convicciones: allí escribe su primera canción, Humanidad, en la que ya el paisaje no es el protagonista, sino el hombre que sufre y se rebela enérgicamente frente a la injusticia social y la opresión. Nace el cantor revolucionario que ya no se apartará más de la guitarra como el mejor medio para redimir a su pueblo.

Alí +…por primera vez en Los Andes...
1967.- Escribe la canción No basta rezar que interpreta en Mérida durante el Festival de la Canción Protesta organizado por la Universidad de Los Andes. Levanta de sus asientos a los asistentes, quienes confirman la calidad de la obra musical y del propio Alí que la canta con un éxito que lo convierte en un cantor que empieza, eso sí, cuesta arriba, a andar en el camino de la fama.



Ali … cantando con estudiantes
Se gana la simpatía de los estudiantes que, a partir de ese momento, se convertirán en su público favorito. Caracteriza los espacios donde están presentes gentes del pueblo como los únicos en que se presentará con su canción de crítica al régimen político imperante, que no puede ser más represivo porque le faltan armas de juicio, así le sobran balas para asesinar.



Ali …niños de la calle...o trabajando... su ingreso a la Juventud Comunista.-

Las ideas del nuevo cantor se radicalizan y lo llevan a asumir una actitud de denuncia de todos los males que invaden, como parásitos, el cuerpo de la sociedad venezolana de entonces. Males como la pobreza, la falta de servicios de salud y de educación pública al alcance de la mayoría, la situación de los niños obligados a trabajar o lanzados a las calles, la inseguridad de la gente, la corrupción de los funcionarios del Estado, el engaño de los políticos... La conciencia de que hay que luchar contra todas esas injusticias lo lleva a afiliarse en la organización Juventud Comunista de Venezuela.

Alí …la canción como arma de la lucha revolucionaria.-

La gente progresista se organiza para mantener viva la llama de la confianza en la lucha. Alí participa en ella con su mejor arma: el canto. Se le conoce por sus famosas canciones Humanidad, Canción al Tío Ho Chi Minh y otra dedicada al Comandante Che Guevara.

Alí…segunda estación: Rumania, el campo socialista.-

1968-1973. En 1968, Alí recibe una beca para hacer estudios universitarios en el extranjero y comienza la carrera de Ingeniería en el Instituto de Petróleo de Rumania. Aprende idiomas y costumbres, se le abren puertas de amistad que amplían el universo de sus conocimientos. Escribe desde Bucarest (29.11.1969): “Ya he aprendido el idioma y tengo muchos amigos, mi preferida es la doctora la cual me tiene bien cuidado respecto a mi enfermedad, es una gran mujer y muy linda. En diciembre vamos a ir a la montaña donde existen hoteles para estudiantes y campos para esquiar, voy a tratar de aprender.”

Alí … la nostalgia y la añoranza por su tierra patria.-
Desde allí envía cartas preocupándose siempre por su familia y en particular por sus sobrinos, en un estilo que transparenta su alma campechana y el trato cariñoso con las personas.

Carta enviada por Alí a su hermana La Negra, desde Londres 10_10_69
Postal enviada por Alí a su hermana La Negra.

2 Alí … carátula o cubierta de acetato Gente de mi pueblo?
1969.- Alí se hace cantor: escribe las canciones de su primer disco de larga duración grabado en Alemania que titula Gente de mi pueblo, en alusión a la tierra que lo vio nacer y a la gente que habita en ella. El disco es vetado por el gobierno adeco de Raúl Leoni, y Alí se verá obligado por ello a crear su propia firma disquera que nombra El Cigarrón encargada a partir desde entonces de la producción de sus 12 discos siguientes.

Carátula del disco “Gente de mi Pueblo” de Alí.
Alí,
Europa contribuye decisivamente a darle mayor seguridad como cantor comprometido con la causa de su pueblo. Lo sitúa en una situación ventajosa para compartir los estudios con el quehacer como artista: escribe otras canciones, siempre tomando como motivo Venezuela. Con su canto recorre escenarios de varios países del bloque socialista, donde participa en festivales de la canción política. Ofrece recitales en universidades europeas importantes. Conoce Francia, Italia y Suecia, invitado por organizaciones estudiantiles y obreras.



31... Alí+ cada una de sus dos hijas nórdicas
Lo flecha el Dios del amor Cupido: se enamora de Tarija Osenius, una finlandesa criada en Suecia y graduada de enfermera. De esa unión nace María Fernanda el 26 de junio de 1973 en Estocolmo; Alí la apoda “Chimpi” y le compone “La piel de mi niña huele a caramelo”, una de sus canciones más tiernas.

María Angélica. (Marimba). Hija de Alí Primera.
32.- Ali +…
En Europa no abandona su decisión rechazar toda imposición que dañara la calidad artística: lava platos para no vender su canto. Confiesa que el mundo “se le hace chiquito aun entre los latinoamericanos”, aunque logra cantar en sitios donde se le respetaba su canción.

33.-Alí + Carota, ñema y tajá (imaginar)
La tierra natal lo llama, le echa de menos a tantas cosas de su terruño. Confiesa en una de sus cartas enviadas desde allá: “¡Coño, como me hacen falta las caraotas y las arepas y el olorcito a café que haces por la mañana! Te quiero, tuyo, Yiyo”.
Arepa pelá, tajadas, caraotas negra, queso rallado y chivo guisado, comida típica del Estado Falcón.
34.-Ali+…otra vez Venezuela (el mapa)...
1973- Retorna a su país natal, pero luego viaja a Suecia por razones familiares. También nace allí la pequeña María Angélica, “Marimba”, a quien le regala su canción “Adonde me llevan los pies”. La ruta europea lo lleva a dar otros recitales.

Mapa de Venezuela reflejado el estado Falcón.
35.-Ali +…
1974.- Regresa definitivamente a su terruño natal, acompañado de sus dos hijas. Viene en disposición de asumir su compromiso con la patria que lo reclama.
Mapa del Estado Falcón reflejado la Península de Paraguaná, donde vivió Alí Gran Parte de su vida.

36.-Ali +… rostro de mujer
1977. De la Unión con Noelia Pérez nace el 8 de febrero de 1977 otro hijo, a quien bautiza con el nombre de Jorge, en honor al revolucionario Jorge Rodríguez asesinado tres años antes en el gobierno de Carlos Andrés Pérez. Le da el apodo de “Tupamaru”, el nombre de los guerrilleros urbanos del Uruguay.

Jorge, hijo de Alí. Nacido en Falcón el 08-02-77.

37.- Ali +… Sol Musset...
1977.- En marzo de 1977, conoce en Barquisimeto a la cantante Sol Musset en el programa “Los venezolanos primero”, dirigido por Gerardo Brito. La familia de la novia vive en Acarigua y es el pueblo indicado para celebrar la boda al año siguiente.

Sol Musset y Alí Primera contraen matrimonio en la ciudad de Acarigua, estado Portuguesa (1977).

38.- Alí + Los cuatro niños...
1979.- De esa unión de Alí con Sol nacen en Caracas cuatro hijos: Sandino Rafael, el 17 de marzo de 1979, en evidente alusión al General de Hombres libres nicaragüense y en medio del fragor de la lucha del Frente Sandinista por alcanzar su liberación de ese pueblo hermano de Centroamérica; Servando (en honor al poeta guerrillero Servando Garcés), el 27 de agosto de 1980; Florentino, el 31 de agosto de 1982 y Juan Simón, el 11 de noviembre de 1984.





Sol Musset y cuatro de los hijos de Alí. Juan Simón, Servando, Florentino y Sandino.

39.- Ali +…
1978.- Rompe con el Movimiento Al Socialismo (MAS) y se declara independiente, rechazando con esta postura toda vinculación a un partido que lo atara o comprometiera con procedimientos o actitudes propias de algún proceso electoral inadmisible.

40.- Alí +… en Cuba
1977 Participa en el Festival de la Canción Política realizado en La Habana, donde ofrece recitales en la prestigiosa institución Casa de las América, en el Parque Lenin y en la Colina Alma Máter de la Universidad de La habana, donde es acompañado por el grupo... y por los cantantes Martha Jean Claude, de Haití...Ofrece conversatorios en centros laborales como la célebre fábrica de tabacos H. Upmann...

Alí en Cuba. Diciembre de 1977.

Alí en Cuba. Diciembre de 1977.

41.- Ali + Playa El Supí…
1980.- Alí se sentía atraído por la Naturaleza y en especial por el mar, que le recuerda sus días de infancia.



42.- Ali + foto con sus dos hijos
1980.- Ali sintió una atracción muy fuerte por los bebés, que lo movían al arrebato. También por los niños a los que cuidaba y mimaba con mucha ternura. Así lo expresan sus palabras: “Yo siento el amor mas grande cuando nace por un niño y el mas hermoso cariño se cobija en sus manitas, no hay como sentir un beso oloroso a golosina”.

43.- Ali + foto de graduación de bachilleres de Barquisimeto
1981.- Ali sintió siempre un interés creciente por los jóvenes a quienes estimulaba a luchar y a incorporarse a la actividad creadora. Dedicó mucho tiempo y energías a seguir el curso de los estudios de muchos estudiantes, en cuya graduación de bachilleres participó en condición de Padrino, distinción que lo hacia sentirse muy honrado y que era compartida por los educadores.



44.- Dibujo… Ali + foto con Maria Carlota
1982.- El vate falconiano seguía el curso de los cantores y participaba en actos para estimular en ellos el poder de la creación. Es el caso de la cantante Maria Carlota en cuyo bautizo de un disco de larga duración de ella se ve a Alí, en Acarigua Estado Portuguesa.
Alí bautizando el disco de María Carlota. (1982).
45.- Ali + en México
1982 (abril). Participa junto con Lilia Vera y Rafael Salazar en el III Festival –Foro de la Nueva Canción Latinoamericana que se realiza en México. Intervienen Daniel Viglieti y Alfredo Zitarrosa, de Uruguay; Amparo Ochoa y José Colina, del país anfitrión y el tovador Noel Nicolás y el musicólogo Argeliers León, de Cuba. Lo aplauden más de 8 mil personas.

Alí en México cantando en el tercer festival de la Nueva Canción Latinoamericana.

46.- Ali + foto…con vates de…Cerro Galicia
1983.- Alí se emocionaba al ponerse en contacto con los grandes cantores nacidos de la entraña del pueblo venezolano. Esos que no tuvieron mejor maestro que la vida, su entrega desinteresada y apasionada al arte musical.
Alí junto a los Salveros de San Hilario en defensa del Cerro Galicia.
47.- Ali + foto con Pío Alvarado
1983.-Conocía que en Barquisimeto podía apreciarse a flor de piel tesoros increíbles y se esforzó por encontrarlos. Uno de ellos fue Don Pío Alvarado, de quien escribió: Cómo ha lloviznado en Lara/ la voz de Pío Alvarado. /Es linda la madrugada/cuando ese gallo ha cantado”.
Alí junto a Don Pío Alvarado (1983).
48.- Ali + foto de Pío con niño cargado
1983.- ¿? Ali sabía que el canto no moriría mientras pasara de manos de los maestros del pasado a manos de los nuevos retoños. Seguiría creciendo como un árbol frondoso mientras los padres cantores lo depositaran en las manos de las más jóvenes generaciones.
Alí con Don Pío Alvarado reflejando el interés por los niños en busca de que no muera el canto.
49.- Alí +… Nicaragua
1983.- En 1983 participa en el III Festival de la Nueva Canción que se realiza en la Plaza de la Revolución de Nicaragua, donde se concentran más de 200 mil personas. Alí canta y también cantan Mercedes Sosa y el cubano Silvio Rodríguez. El poeta falconiano manifiesta su voluntad de rendirle un homenaje al Libertador Simón Bolívar en ocasión del bicentenario de su natalicio e invita a muchos artistas a sumarse a este evento de alcance universal.

50.- Alí +…Festival de la Canción Bolivariana
1983.- En el homenaje al Libertador Ali emplea todos sus recursos como organizador de la cultura: no solo pone a disposición su dinero, sino que articula un movimiento de cantores que se agrupan en diferentes Estados de Venezuela para sumarse a la conmemoración. Es así como el canto convoca a miles de personas en Puerto La Cruz, Cumana, Maracaibo y Barquisimeto, la ciudad musical que tanto amo Alí. En Caracas se alcanza a reunir mucha gente en un acto que tiene como escenario el Nuevo Circo justamente el 24 de Julio…



51.- Dibujo… Alí + foto suya cantando ante el micrófono
“Creo en el canto, porque mi pueblo ha sobrevivido cantando siempre”. Canción solidaria con la Península de Paraguaná.



52.- Ali + foto con José Vicente Rangel
Alí rompe con el estilo de las campañas usadas por los políticos para promover su candidatura en las elecciones. Su voz solidaria y su canto de hondo contenido humano, acompañados de una interpretación enérgica, estremece a las multitudes. Venciendo el prejuicio de que la cultura no da votos, su prestigio y estilo apoyan con alto grado de eficacia la campaña emprendida por gente honesta y revolucionaria, como es el caso de José Vicente Rangel en 1983.

Alí y José Vicente Rangel en (1983).
53.- Ali + y el Río.
1984.- Alí es precursor en Venezuela de la preocupación por el cuidado de la Naturaleza y por la formación de movimientos de conciencia social alrededor del deterioro de las fuentes de agua, de lagos y ríos, de la agresión a las montañas. Aporta su voz y su poder de convocatoria para denunciar la depredación del Río Tocuyo.

Alí cantando en defensa del Rió Tocuyo (1984).

54.- Alí + con fusil de flores
La siembra del poeta (16 de febrero de 1985).
Alí había declarado: “Soy un solitario que se ha tratado de definir como el amor, una víctima de una impresión, de una sensación.”
Venía de un ensayo de grabación de un disco, el primero de sus LP con Palacio y el último de su vida. Incluiría en él una pieza dedicada a Luis Beltrán Prieto Figueredo inspirada en el Gran Archivo que le hiciera la periodista Isa Doble, quien según la prensa plana de esos días se habría quedado con . Hace pocos meses había muerto su segunda madre: Mama
Era carnaval y en la madrugada caraqueña los carros cruzaban veloces y alegres; uno de ellos vuela por encima del separador y embiste la camioneta en que viajaba… Los que mueren por la vida no deben llamarse muertos. Ocurrió el 16 de febrero de 1985. Su hijo más pequeño iba cumplir tres meses de nacido. “Yo amarré los recuerdos al árbol de la noche y fui en busca del sol..."

Artículo de prensa informando sobre el trágico accidente del cantor Alí Primera. (1985).
Alí dentro del Ataúd al momento de su velorio.

Multitud de gente que hicieron presencia al sepelio del Cantor Falconiano.

Tumba de Alí Primera (1985).

Tumba actualmente de Alí Primera. (2006).
55.- Ali + su cuatro levantado en alto por su brazo
“Alguna vez iremos hasta la tierra herida de la Patria y se la cerraremos con un hermoso beso”.

Estas palabras proféticas de Alí no llegaron a convertirse en realidad mientras vivió. Pero se cumplirán, estamos en vías de que sus sueños amanezcan un día siendo realidades. El camino es largo y hay que aprestarse a emprenderlo con el mismo optimismo con que sonreía el poeta falconiano ante las adversidades.
“…he recorrido bastante camino, por supuesto ese camino no tiene límite, hasta el último aliento seguiré ese camino.”

Alí con su cuatro levantado en alto.

Alí con su cuatro levantado en alto.

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Referencias bibliográficas
1.- Miguel Ángel Paz. Vigencia del canto redentor. Caracas, 1997.
2.- Ídem, p. –

Alí Primera, exposición fotográfica de "Pillo" Peraza

CONTEXTO DE LA EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA
VIDA Y OBRA DEL CANTA-AUTOR “ALÍ PRIMERA”

“Una de las mejores satisfacciones del hombre, es disfrutar el éxito de un trabajo realizado con tesón y con amor”

La presente muestra fotográfica no es sólo el recorrido geográfico por la vida y actividades de Alí Primera, sino que representa la culminación, con éxito, de un trabajo realizado con el más profundo sentido del saber, del amor y como aporte a un importante conocimiento.

Representa, además, el ejercicio de la voluntad y creatividad de un colectivo, agrupado en torno al autor material, o más bien, su productor general: Porfirio “Pillo” Peraza, que con su esfuerzo físico, intelectual y económico, logra no solo recopilar las fotos que personalmente hiciese a las propuestas trazadas por Alí (Belikia), sino también sustraer (con su cámara), los albúmenes fotográficos de la Familia Primera, desde Coro, Caracas y toda Venezuela.

En tiempo record de un mes, sin reparar en obstáculos, se monta y se abre la Primera Exposición Fotográfica “Alí Primera” el 16 de marzo de 1985, en la Sala de Exposiciones de la U.P.E.L. Barquisimeto Edificio Oeste. Esta primera muestra contaba con 2.700 fotos, distribuidas entre fotos de Alí, grupos culturales, cantores, poetas, personajes populares, artesanos, teatreros y trabajadores de la cultura popular en general.

El material utilizado aquel entonces era cartulina escolar como fue elaborada con una profunda sencillez, con cariño y ahínco por su productor y el grupo que lo acompañaba, quedando expresado en cada una de ella todo el amor y buena voluntad, manifestada por todos.

El grupo que acompañó en esa oportunidad a Porfirio “Pillo” Peraza estuvo integrada por alumnos del pedagógico y trabajadores de la cultura: Nelson Ure, Arnaldo Guédez, Miriam Martínez, Ismenia Suárez, Matilde Sandoval, Carmín Oduber, Alicia Lucena, Ana Espinoza, Bonny Gómez, Jovany González, Armando Barreto, Víctor “Semeruco” Pereira, Wilmer Peraza.

Desde entonces esta exposición recorre todo el país, ha viajado como el corcel de los días, sin parar durante más de once años, visitando barrios, universidades, casas de cultura, ateneos, casas comunales, juntas de vecinos, grupos culturales, liceos y escuelas; como una característica singular: Primera ha llegado a los sectores populares y de allí se ha fortalecido para que la actitud progresista de algunos funcionarios gubernamentales también la hayan recibido y querido.

Esta primera etapa de la exposición culmina al cumplir con el objetivo propuesto: Entregarle al pueblo, sabio y paciente, parte testimonia; de la vida de Alí, los grupos que como incansables hormigas, trabajan por nuestra cultura popular, a los cantores y poetas que hasta hace poco pertenecían a un anonimato y hoy cumplen un papel determinante en la iniciativa y nutrición de nuestros valores culturales. La exposición ha sido hasta ahora, una ventana abierta al pueblo que le permite conocer a su gente, y de esta forma, darle su justo valor.

La exposición va cumpliendo su labor, tocando cada rincón de nuestra geografía nacional, fuimos víctimas de críticas y burlas, por su carácter general, y el montaje acusado por los conocedores de la materia (?), de parecerse a un mercado persa, tendedero de ropa o exhibición de mercancía barata; esta postura en ningún momento molestó a su creador Porfirio “Pillo” Peraza y al equipo de trabajo; sabíamos que teníamos que mejorar el montaje, y recurrimos a un guión, como toda una exposición.

Hoy a once años de cumplirse un aniversario más del nacimiento del Padre Cantor Alí Primera, se inició una nueva etapa de esta muestra fotográfica, su creador, Porfirio “Pillo” Peraza y con un equipo de trabajo integrado por Jesús “Gordo” Páez, Wilmer Peraza, Francisco León, Nelson Ure, La Negra Primera, Beila Leal, se ha considerado necesario realizar una selección y nuevo enfoque de la muestra sin perder su hermoso e inolvidable contenido, un mejor acabado hacia el montaje. Ahora la exposición cuenta con 70 fotografías ampliadas de tamaño 40 x 50.

Se organizó en siete etapas fundamentales y otras siete a saber:
1.- Sus Primeros días. 2.- Caracas.
3.- Viaje a Europa. 4.- Surge el Cantor.
5.- Su Fruto Cantor. 6.- La Siembra.
7.- Su Cosecha.

Todo esta material está ubicado en la sede de Guachirongo a disposición de todo el pueblo en general.

Finalmente, no queda más que darle las gracias a Porfirio “Pillo” Peraza, al equipo de trabajo o la claridad del nuevo día y a todos los que participaron por hacer realidad a este sueño. A las “Puertas Abierta” de la exposición Alí Primera por constituirse en un motivo de lucha por el mensaje hermoso y sensible que lleva a cada pueblo, por la voz alerta que siembra en el corazón de la gente… Porque quiere decir entonces, que cada despertar de una conciencia, es una plusvalía de esperanza.

Una mañana quisimos cantarle a la Patria, quisimos cantarte a ti, buscamos dibujar la sonrisa del mañana y hoy seguimos regando nuestra mejor canción.
Jesús “Gordo” Páez.

Ali Primera en Cuba, por José Millet

Alí Primera en Cuba

Por José Millet* milletjb2004@yahoo.com

A nuestra Casa de las Américas

« Yo soy un militante que escribe y que luego canta sus canciones ».
Alí Primera

Importantes documentos (1) (creo que todos inéditos), que contienen fundamentalmente manuscritos autógrafos, cintas magnetofónicas y fotos, registran la visita, fugaz e intensa, a Cuba del compositor-poeta y trovador venezolano Alí Primera (1942-1985). Su arribo se produjo a fines del mes de noviembre de 1977 y su regreso a su país natal el siguiente día 5 de diciembre del mismo año. Desde cuando lo dirigiera nuestro entrañable Argeliers León, el Departamento de Música de Casa las Américas los había atesorado cuidadosa y celosamente. En octubre del año pasado los hojeé, gracias a la indicación del amigo estudioso Alberto Faya y de la imprescindible ayuda de la musicóloga Layda Ferrando. Antes de partir a Venezuela, dejé sembrada la esperanza de que se me los hicieran llegar para usarlos en el libro sobre la vida y obra de Alí Primera que publicamos allá con dos camaradas de Barquisimeto. A pesar del empeño de la Casa por hacer realidad esta petición, nunca llegaron a mis manos. A un año vista, se impone darlos a conocer en nuestro país y al mundo.

Dos de las seis cintas magnetofónicas guardan el importante recital nocturno ofrecido por Alí en la sala Manuel Galich de la Casa. Aquel jueves primero de diciembre los asistentes vibraron con la voz grave y dura del cantante que les arrancó aplausos prolongados y vivas. Según la reseña periodística de Ciro Colina aparecida el tres de diciembre en un diario local, estas fueron las palabras del cantautor falconiano al introducir una de sus canciones: “el poeta y el cantante deben pensar que son trabajadores, revolucionarios con un instrumento a mano que tiene un sonido y que, a veces, es más útil que una pedrada”. Otra de las cintas acaso contenga la matriz del disco, presumimos que se trata de Cuando nombro la poesía, que generosamente el autor de “Techos de cartón” puso a disposición de la institución para que, los fondos que se recaudaran con su venta, se pusieran en función del XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes (2) por el que mostró vivo interés y esperanza “para estar”, son sus palabras, “otra vez entre nosotros”. Agregó que se marchaba “lleno de fuerzas”, aunque no había llegado débil. Lo primero de Ali, Ali Primera Vol. II, Adiós en dolor mayor y América es la patria son los títulos de los discos que se atesoran en la Hemeroteca de la Casa, de los cuales me llama la atención el último porque nunca lo he visto en Venezuela ni tengo ninguna mención de él en la documentación copiosa e importante existente en la Asociación Cultural Canción Bolivariana Ali Primera, o del Centro de Cultura Popular Comunitaria Guachirongo, ambos con sede en Barquisimeto, considerada la “capital musical de Venezuela” y cuartel general de Alí. En esas asociaciones civiles de sostenida posición de izquierda, fundadas y dirigidas por los hermanos Porfirio y Wilmer Peraza, existe una importante colección de discos de música latinoamericana que incluye los acetatos originales de Alí, menos el primero grabado con el Partido Comunista de Venezuela. Después que Casa de las Américas consiga hacer el trabajo de masterización analógica de estas cintas magnetofónicas, será una dicha poder escuchar de viva voz al revolucionario que a su regreso a Caracas tuvo la osadía de declarar a los medios de prensa de su país natal: “Cuba es hoy la verdad hermosa de un pueblo que se ganó el derecho a ser libre y hacer su propio destino”.

Con su puño y letra, Alíº rellenó el reglamentario grupo de planillas que la prestigiosa Casa de las Américas acostumbraba a solicitarle a cada uno de sus distinguidos invitados. Afirma haber nacido en Coro, capital del Estado Falcón, el 31 de octubre de 1941 (por tanto, no del 42, como las publicaciones consultadas y muchos de nuestros informantes venezolanos, incluidos algunos familiares suyos, nos atestiguaron durante nuestra prolongada estancia el año pasado en la patria de Bolívar y aparece en nuestro libro Ali Primera, entre la rabia y la ternura, recién publicado en Venezuela). Repasé ambos años en los asientos del registro civil de Coro, en una de cuyas clínicas Alí nació, sin encontrar la preciada partida de nacimiento que alguien me asegura guarda la viuda de Alí, la también intérprete Sol Musset. Entonces vivía en el apartamento 12-3 del edificio Arguaney, de la urbanización El Valle, perteneciente a la capital de Venezuela. Cuando se le pregunta por el centro de trabajo, responde con su peculiar sentido del alineamiento con los humildes: “el pueblo (donde él se encuentra)”; por el cargo: “donde están las masas” y cargo que ocupa: “cantor”.
En cuanto a su afiliación política, confiesa haber permanecido en el Partido Comunista de Venezuela, como “militante orgánico”, de 1959 a 1972 y en el Movimiento al Socialismo (MAS) de 1973 a 1975.

En cuanto a su formación académica, apunta haber estudiado Química en la Universidad Central de Caracas, de 1965 a 1968; Tecnología del Petróleo en Bucarest, capital de Rumania, de 1969 a 1972 e idiomas inglés, rumano e italiano. En 1973 los compositores del Estado Falcón lo distinguen con el premio Manaure de oro en reconocimiento a su destacada labor como compositor; Alí afirma haber obtenido un Premio municipal de Cine, creo que diferente al señalado por la música de su autoría para el filme Canción para un pueblo manso conferido en Caracas en 1977. Creo que a la altura de su carrera, lo anterior evidencia un pobre reconocimiento de parte de los centros de poder venezolanos encargados de resaltar aspectos de la obra de creación artística de un músico y cantor que tenía acumulado para esa fecha un amplio currículum de alto valor estético, como se apreciará a continuación.

El autor de la canción “Humanidad” da fe de su soltería, de tener una niña de 6 años: María Fernanda y coloca los títulos y años de edición de sus restantes vástagos: los discos grabados hasta entonces: los nueve larga duración Vamos, gente de mi tierra y Canciones de protesta, editados por el Partido Comunista de Venezuela en 1969; Canciones del tercer mundo por un solo mundo, producido por la alemana Verlag Plane en 1973; al año siguiente Promus le editó Lo primero de Alí Primera, Adiós en dolor mayor y Canción para los valientes y el sello Cigarrón, fundado por Alí mismo, produjo La Patria es el hombre (1975), Canción mansa para un pueblo bravo (1976) y Cuando nombro la poesía (1977). Finalmente apunta que en 1971 el PCV le posibilitó grabar un acetato en 45 revoluciones por minuto que él nombra en la planilla como “Guerra larga” y que es hoy una verdadera rareza hemerográfica y muy poco referido en las escasos y casi siempre incompletos esbozos biográficos sobre Alí.

Su contestación a la pregunta dirigida a saber los países visitados, la motivación y fecha de su realización, revela una trayectoria artística de profundo compromiso político, recorrido que en ocasiones es aprovechada por él para materializar la edición de su producción musical. Durante su estancia como estudiante en Rumania, visita en 1972 y 1973 la República Democrática Alemana para participar en Festivales de canción política (3); ofreció recitales en Checoslovaquia (1972), Suecia (1972, 1973 y 1976), Dinamarca (1973); visitó Italia para grabar discos entre 1975 y 1977; en Alemania Federal afirma que estuvo para hacer grabaciones y ofrecer recitales; finalmente, participó en congresos de estudiantes en Italia, Yugoslavia y Ecuador. En el archivo de la Asociación Canción Bolivariana Canción Bolivariana que lleva su nombre, de Barquisimeto, existen documentos, también autógrafos suyos, que dan cuenta de su visita a Paris y Londres en este mismo período. En cuanto a su vinculación con los medios de difusión masiva extranjeros, afirma haberse presentado, para actuar y ofrecer entrevistas, en emisoras de Radio y Televisión de Rumania (1970), República Democrática Alemana (1971 y 1972), Bratislava (1971), Canal 4 de Quito, Ecuador (1976), Radio Praga y TV, en Checoslovaquia (1971) y Radio Moscú y en Sochi, en la desaparecida Unión Soviética, en el año en que visita por primera vez nuestro país.

Alí confirmó su aceptación a la invitación cursada por la Casa el 16 de noviembre de 1977, informó que iría con el músico acompañante Emiro Delfín Grasteroll y que viajaría vía Panamá el 16 de diciembre siguiente (4). Imagino que se cambió esa fecha para hacer coincidir su viaje con la quinta edición de la Jornada de la Canción Política que se realizaría en la capital cubana en el mes de noviembre. Cuando finalmente fijan el itinerario del traslado para el 26 de este último mes y por el mismo país de tránsito, Alí manifestó como interés fundamental de su visita actuar en la Escuela Lenin, establecer contactos con Radio Habana Cuba y entregar cintas a la institución que lo invitaba para hacer un disco (5). En la programación rigurosa que le preparan son incluidas estas actividades, pero en ella se hace un énfasis especial en el encuentro del trovador con la gente del pueblo, en particular con los trabajadores manuales, los estudiantes y los jóvenes, en particular los creadores, entre los que se destacan poetas y músicos, como aquellos pertenecientes al pujante Movimiento de la Nueva Trova.

Se tuvo el cuidado de concentrar sus presentaciones en la inauguración del mencionado evento de la canción política y en un recital que se pauta en la sede de Casa de las Américas y en que las mismas se registren en cintas magnetofónicas y de video, mediante su participación en la radio, la TV y en el ICAIC, donde presumo que le fue grabado para una de las ediciones del Noticiero Latinoamericano de cine que dirigiera el Maestro Santiago Álvarez. Al siguiente día de la llegada de los dos artistas, ocurrida el sábado 26 en horas de la tarde, Ali hizo una presentación en el programa “Buenas Tardes” del canal 6 de la televisión nacional, de gran audiencia. Ese día domingo 27, en la tarde, se puso en contacto con la Peña literaria del Parque Lenin, donde interactúa con algunos de sus participantes.

La V Jornada de la canción política se realizó esa noche en la escalinata de la Universidad de La Habana y estoy convencido que le hizo rememorar su entrada en el mundo artístico en los predios de la rebelde Universidad Central de Venezuela. Escoltados por el Alma Máter, en el debut estuvieron presentes los Ministros de Cultura de Cuba, Jamaica y Guyana, como un anticipo de la inserción del juglar venezolano en una órbita donde raras veces se ha asociado la cultura de su país natal: la del Caribe. Y, en efecto, fue una noche en que los destellos y el sol de una identidad pocas veces reconocida se asomaron en los tres bloques en que se dividió el espectáculo. Allí dejó escuchar su voz Omara Portuondo; se recordó al pueblo que más sufre y lucha en la región en la interpretación de la cantante haitiana Martha Jean Claude; fueron dados a conocer los talentos jóvenes asociados al Movimiento de la Nueva Trova (Pedro Luis Ferrer, el recién desaparecido Noel Incola, Virulo y Lázaro García); se alineó el repentismo cubano en las voces de Justo Vega y Adolfo Alfonso e incluso Martín Rojas se apoderó de la escena con su interpretación de un texto alusivo al líder sindical obrero Lázaro Peña. Impactaron los grupos musicales Mayohuacán y Moncada.

Al día siguiente el periodista cubano Rolando Cartaya, en su reseña del acto, refirió la actuación de Alí en los siguientes términos: “seguimos por el Caribe y hallábamos a Alí Primera, el del canto contagioso y agitador. Acompañado de su paisano Emiro Delfín a la guitarra, el cuatro y el medio cinco, nos echamos a volar la poesía de pura raíz popular engastada en los ritmos de su tierra, el merengue, el tamunangue del Estado Lara y el joropo. Su canto, caracterizado por su comunicación con el público, debe tener una tremenda eficacia como arma política porque propaga al auditorio una efervescencia casi beligerante. Ali dijo que imaginaba a su pueblo como un toro enlazado que solo tiene que “jalar” para que la soga se reviente. Y en un número con ese estribillo consiguió unánime respuesta del gran coro formado por una concurrencia de anoche, así como en el último, de un corte similar al de la canción política angoleña, salpicada de consignas y formulaciones revolucionarias”.

Para evaluar la madurez del pensamiento político de Ali en relación con el arte y el papel del artista en su proyección con las masas, resultan importantes las declaraciones que ofrece entonces a la prensa cubana: “yo creo que la militancia dentro de la canción, de la que habló Víctor Jara y [Daniel) Viglieti, no es la de militar en un partido revolucionario. Se trata de militar en el trabajo, de saber cómo es el trabajo de difícil en el barrio: al comienzo la gente puede ser que rechace la canción, porque es tal su alineación que tal vez haya un acomodo a las injusticias, que tal vez haya un rechazo y hasta te digan algo que pueda ser hiriente (…)”. Ali se detiene aquí para formular el arte de la voluntad y el empecinamiento que debe desplegar el artista para convencer y arrastrar a las multitudes en su papel de desalienante: “La militancia es [consiste en] insistir ahí, porque la insistencia es lo que implica el trabajo revolucionario”.

Después de visitar la institución que lo había invitado y sostener una rueda de prensa, se produce el día 28 en horas de la tarde una visita, con presentación incluida con los obreros que manufacturan el tabaco de la mundialmente famosa Fábrica Partagas. Francisco Garzón Céspedes escribió una magnifica crónica de ese evento y del impacto que le provocan a Ali las reacciones de aquellos trabajadores. Al día siguiente, las visitas a instituciones se suceden, como al Museo de la Revolución y el Parque de la Juventud, cercano al río Almendares, donde los encuentros con la gente de pueblo va confirmando en el trovador una imagen indeleble sustentada en la confianza y en la seguridad con las que los humildes se relacionan con las creaciones del espíritu. El miércoles treinta al fin se produce la visita matinal a la Escuela Vocacional Lenin donde canta, en horas de la noche, ante una multitud de siete mil jóvenes que también seguramente le harán recordar a aquellos estudiantes de universidades venezolanas (la Central, la de los Andes) frente a quienes descubrió su definitiva vocación por el arte de la militancia revolucionaria ejemplarmente llevada a cabo a través del canto.

El primero de diciembre quizá deba considerarse como uno de los mas relevantes de su gira: en la mañana se produce la reunión con representantes del Movimiento de la Nueva Trova cubana, entre quienes están presentes Pablito Milanes, Vicente Feliú, Lázaro García, Tony Piniella, Pedro Luis Ferrer, J. del Valle, Augusto Blanca, J. A. Rodríguez y de los grupos Moncada, Mayohuacán y Turiguanó. La trovadora Teresita Fernández y la cancionera Ela Calvo completan el sector artístico. Lo institucional y político estuvo representado por el musicólogo Argeliers León, Francisco Garzón Céspedes y Roberto Romay, este último jefe del frente de cultura de la Unión de Jóvenes Comunistas. Aquel intercambio de ideas y experiencias tenia tanta relevancia para Ali que lo grabo íntegramente para difundirlo en Venezuela y, a pocos días de su retorno, se refiere a el en una carta enviada desde Caracas a una funcionaria presumiblemente del Departamento de Música de la Casa. En una de sus intervenciones afirmó: “la máxima belleza que se busca entre el canto y el pueblo es la comunicación”.

Ese mismo día, a las nueve de la noche, se produjo el memorable recital de Ali Primera en la sede de la Casa de las Américas, con la sala colmada por un público ansioso de escuchar y ver en escena al juglar falconiano. Allí se encontraban la heroína Haydee Santamaría, presidenta de la Casa y el doctor Armando Hart Dávalos, ministro de cultura, quienes dialogaron con Ali y previamente ya habían sostenido conversaciones oficiales con él para viabilizar la distribución de su obra discográfica en toda Latinoamérica. En el programa de mano que la institución distribuyó allí, se proclamaba a este “hombre que canta a la libertad y la justicia” como “una de las primeras voces de la nueva canción latinoamericana”, que “utiliza concientemente la canción como un arma para la lucha política e ideológica” y que, en su enfrentamiento y denuncia de los males del sistema capitalista, ha sido capaz de hacerse de un “extraordinario modo de comunicar (…) recto y firme, múltiple y hecho de poesía (que) es el canto mismo del Continente”. En ese texto cuidadoso y bien pensado, se tuvo el acierto de citar el pensamiento estético y político del propio Ali cuando se refiere al concepto y función del canto y de los cantores en los siguientes términos reafirmadotes de una clara y firme posición clasista en favor del pueblo:“Creo en el canto: Por la necesidad de multiplicar y hacer inmenso el grito de los humildes.Porque no será verdad si no son verdad los cantores.Porque el canto no es un accesorio sino brazo hermano en las luchas de los pueblos. Porque ha ayudado a crecer el vientre de esta tierra que espera el Gran Parto. Creo en el canto todo luminoso y solidario.
En el nombre del pueblo, de sus manos callosas. Creo en el canto.”

El periodista cubano Ciro Colina reporta el hecho y nos aporta un dato acerca del estilo característico de Ali de aprovechar la escena para conversar con el auditorio. Así, introduce una de sus canciones con la siguiente afirmación: “el poeta y el cantor deben pensar que son trabajadores, revolucionarios con un instrumento a la mano que tiene un sonido y que, a veces, es más útil que una pedrada”.El poeta Alex Fleites fue quien más certeramente capturó la originalidad de este brillante y combativo cantor. Aprecia su voz bien timbrada, su sentido de la música, su especial personalidad escénica y su casi instantáneo poder de comunicación con el público. Esta caracterización la traduzco como la esencia del carácter de Ali: ser un militante que se esfuerza por colocar su arte en función de movilizar la conciencia del sujeto a quien va dirigida su acción y su mensaje, sujeto que no es otro que el pueblo, ante el cual hay que impactar por todos los medios y resortes imaginables. Pero es justo citar su juicio de valor exactamente, en razón de que rara vez me he encontrado con algo tan aleccionador: “Seria difícil deslindar donde termina la canción en si misma y donde comienza el trabajo de proyección dramática a través del cual el trovador establece la comunicación con sus oyentes. Porque Ali esta constantemente creando la canción, pues los matices que sabe imprimirle en cada ocasión hacen irrepetible el acto de escucharlo; bien lo saben los que anoche asistieron a un nuevo nacimiento de canciones como Perdóname, tío Juan, una de sus primeros trabajos de la década del sesenta, rejuvenecido por la emoción que supo imprimirle con la ayuda de Emiro Delfín, guitarrista de noble dignidad, que lo acompaña.” En su artículo intitulado “No se puede ser cómplice de la alienación del pueblo”, precisamente Fleites resume brevemente la trayectoria de compromiso social del trovador venezolano: luego del allanamiento de la Universidad Central de Venezuela ocurrida en 1967, opta por un tipo de canción de agitación política y, a partir del siguiente año, produce los dos LP que auspicia el Partido Comunista de Venezuela.

El periodista refleja la posición de Ali en relación con los medios de difusión masiva para los que afirma no cantar, “sino para los hombres como yo, que andan por la calle con su lenguaje propio. Ser espejo de esa gente es mi mayor preocupación”. El artista nos entrega el saldo de su visita a Cuba de manera clara y concluyente: “Esta visita me reafirma en mis convicciones, me hace tener fe en el futuro. En una ocasión dije _y ahora puedo repetir_ que en Cuba abunda algo que es difícil de alcanzar: la dignidad”.

A su regreso, las declaraciones de Alí aparecidas en la prensa nacional de Venezuela dan cuenta del programa realizado por el cantautor en la mayor de las Antillas y, a continuación, introduce al público venezolano en cómo se sintió en ella: “En Cuba sentí que estaba en cualquier pueblo de Venezuela. La receptividad fue la misma. La gente cantaba conmigo “La Soga” como si estuviera, por ejemplo, en Barquisimeto, con el mismo amor, la misma comunicación y esto es porque la máxima belleza entre la canción y el pueblo, entre la canción y el hombre, es precisamente la comunicación”. Aprovecha la ocasión para desmontar la mentira de que el son se fue de Cuba; el encuentro con los jóvenes de la Nueva Trova y con figuras genuinas de la trova tradicional cubana le sirvió para “constatar el amor por la música que siente el cubano y forma parte central de su espíritu”. En particular Ñico Saquito enriqueció su visión de hasta dónde esta cimentado el movimiento de la nueva canción cubana y la música actual cubana en sentido general. Estas fueron sus palabras: “Conocer a Ñico Saquito me posibilitó inclusive descubrir cosas de mi país de las cuales no estaba al tanto. El vivió mucho tiempo en Venezuela, hasta 1960, y sigue cantando a los 75 años, ya que dice que es su trabajo voluntario. Ñico Saquito continúa componiendo y formando y organizando tríos. Se quejó de las orquestas venezolanas que han utilizado sus canciones y nunca le han hecho llegar ni un centavo. Me dijo irónicamente que ojala ese dinero sirva a esas orquestas para algo porque él, en Cuba, se siente libre y sin preocupación, porque nada le falta en su vejez”.

No he podido verificar si se cumplió el sueño de Ali de ver editado su LP Cuando nombro la poesía en apoyo solidario al Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, ni tampoco si pudo participar en aquel encuentro, pero sí puedo asegurarles que Alí Primera estuvo presente en la edición XXV del Festival del Caribe que se le dedicó al pueblo venezolano y que allí, en la heroica Santiago de Cuba, entre poetas, escritores, intelectuales, músicos y gente humilde de la tierra de Bolívar y Martí, se le rindió un digno homenaje a la altura de este Año de la Canción Bolivariana Alí Primera instituido por la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela al que nos sumamos todos los cubanos. Para concluir, cito nuevamente a Alí en un pensamiento que sintetiza el alcance trascendental que tuvo su visita a la Mayor de las Antillas para el enrutamiento de este juglar que siempre tuvo bien claro dónde brillaba la estrella del alba que lo guiaría siempre en su vida cotidiana y en su obra no exenta de peligros y de inconvenientes: “Cuba es una maravillosa canción, es un himno constante y un ejemplo a seguir desde sus raíces hasta encontrarnos con esos hermosos frutos que resultan sus realizaciones presentes. Un saludo, hermanos, por brindarnos a todos los artistas que le cantan al pueblo su enseñanza constante y por ser fuente de inspiración”.

La Habana, octubre 10,2005.

° El autor es miembro fundador de la Casa del Caribe, con sede en Santiago de Cuba, donde labora como investigador. El último de sus 14 libros publicados está dedicado a Alí Primera.
1. Las citas del presente artículo están tomadas de los manuscritos autógrafos, los papeles oficiales, el programa de mano y los recortes de la prensa escrita, tanto cubana como venezolana, actualmente depositados en la Sección Correspondencia de la Presidencia de Casa de las Américas, a excepción de las cintas magnetofónicas, los acetatos y los casetes que están en la Hemeroteca de esta prestigiosa institución. Agradezco la amabilidad brindada por la Dra. Maria Elena Vinuesa y Anita, dirigentes del Departamento de Música y del Archivo de la presidencia de la Casa, respectivamente.
2. En el manuscrito autógrafo firmado por Alí en un pedazo de papel rústico se manifiesta lo siguiente: “Yo: Ali Primera autor e intérprete de todas las canciones incluidas en el LP Cuando nombro la poesía: autorizo a la Casa de las Américas para la edición en territorio cubano y su distribución en América Latina a excepción de Venezuela del mencionado LP.-(firma de Ali Primera.)”
3. El trovador cubano Augusto Blanca, en reciente entrevista personal realizada en su hogar habanero, me confesó haber conocido a Ali, en compañía de Silvio Rodríguez, en el Festival de la canción política realizado en 1972 en la desaparecida RDA. Lo describió como un hombre activo y siempre dispuesto a tomar la guitarra para ponerse a “descargar” inmediatamente, sin los pruritos de preparación técnica que tanto suelen acompañar a los intérpretes cuando suben al escenario. Asegura poseer fotos del juglar falconiano en su archivo personal.
4. Comunicación oficial con fecha 16.11.1977 dirigida a Mariano Rodríguez en la que afirma ser ciudadano venezolano nacido el 31.10.1941 y con pasaporte número 2855667. Casa de las América, registro # 335 del 16.11.1977.
5 Comunicación oficial con fecha 22.11.1977. Casa de las América, entrada #343, 30.11.77.
6. La carta autógrafa pensamos que se la dirigió Ali a Marilu Pérez, quien entonces trabajaba en dicho Departamento de Música de la Casa y creemos necesario reproducirla aquí textual e íntegramente:

“Caracas, XII 77.

Querida Negra:
Te doy un besote tan grande como mi amor a tu pueblo. Te recuerdo mucho y te siento camarada de nuestro canto.
He hablado con algunos de los compañeros de Cigarrón. Efectuaremos una reunión para explicarles a todos sobre mi viaje y hacerles oír la grabación de la conversación que sostuve con la Nueva Trova. Estoy esperando la llegada de Lilia Vera que anda de viaje por el interior.
Aprovecho el viaje de Pedro para enviarte algunos casetes que, estoy seguro, te servirán en tu trabajo. Dale un fuerte abrazo a Pablito, Ela, Virulo, Omara y a todos los compañeros que tuve la dicha de conocer en mi hermoso viaje al caimán heroico. Próximamente invitaré a una pequeña rueda de prensa para informar al pueblo venezolano sobre Cuba y su realidad hecha de música y de lucha.
A Francisco le envío algunos recortes.
Trata de enviarme las fotos con Pedro.
Te quiero

Ali”
(firma)

Esta carta fue registrada en la Casa el 12 de diciembre del 77 con el número 373 y, presumiblemente, los recortes de prensa aludidos en ella son los que corresponden a las entrevistas y declaraciones a los diarios que hiciera A.P. cuando regresó a Venezuela, los cuales se conservan en el expediente.